TRES CLAVES PARA EL MANTENIMIENTO:
- COMER SANO, EQUILIBRADO Y VARIADO
- REALIZAR ACTIVIDAD FÍSICA CONSTANTE
- MANTENER CONTROLES DE PESO Y HÁBITOS
Las pautas aprendidas durante el tratamiento son la base de tu alimentación a partir de ahora. Comer 5 veces al día, con proteínas en todas las ingestas, dos litros de agua y mantener las proporciones de los diferentes grupos: verduras, frutas, arroces, pasta, y otros cereales, carnes magras o grasas, pescados magros o grasos, etc.… son la base de la alimentación saludable.
Entre comidas no dejes pasar más de 4h ni menos de 2h.
El desayuno es la comida más importante: permítete el tiempo necesario y asegurarte que es completo: PROTEÍNA + Hidratos de Carbono
La cena no debe ser muy copiosa ya que, aunque pasen muchas horas hasta el desayuno, no hay prácticamente actividad ni consumo. La sabiduría popular ya lo aconseja: “desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo”.
La transgresión es parte de ese equilibrio. Puntualmente puedes transgredir tu equilibrio: Navidad, cumpleaños, fiestas, vacaciones, etc.… son situaciones que alteran las pautas de nuestros nuevos hábitos. La transgresión nunca debe compensarse, la siguiente ingesta se hace con normalidad.
Tradicionalmente se han empleado pirámides para representar las proporciones adecuadas de una dieta balanceada. Los expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, dieron a conocer un plan de alimentación que se basa en la evidencia científica más reciente que demuestra que una dieta rica en vegetales, aceites y proteínas saludables, y cereales integrales, reduce el aumento de peso y el riesgo de padecer enfermedades crónicas. Elabora tu plan alimenticio basándote en estas proporciones y recomendaciones para que cubras todas tus necesidades nutricionales, mantengas tu salud y mejores tu desempeño físico y mental. La guía incluye también la recomendación de mantenerse activos.
