Los beneficios de las Vitaminas

Las vitaminas son sustancias orgánicas que se necesitan, en pequeñas cantidades, en distintos procesos metabólicos que son esenciales para el funcionamiento normal del organismo. El cuerpo no las produce por sí mismo, por lo que la carencia en la alimentación se traduce siempre en una alteración en el metabolismo corporal. Su aporte al organismo se realiza únicamente con la ingesta de alimentos.

Las vitaminas no producen energía y por tanto no implican calorías. Intervienen como catalizador en las reacciones bioquímicas provocando la liberación de energía. En otras palabras, la función de las vitaminas es la de facilitar la transformación que siguen los sustratos a través de las vías metabólicas.

La administración de vitaminas como “tratamiento de choque” frente a determinadas situaciones está ampliamente difundida en distintos campos de la terapéutica médica actual, como puede ser: oftalmología, dermatología, neurología, medicina interna y medicina general.

Las cantidades necesarias son diferentes según muchas y diferentes variables.  En función del sexo, edad, actividad física, nivel de estrés, y en el caso de las mujeres también durante embarazo o lactancia, son diferentes variables que condicionan las necesidades  mínimas de vitaminas.

El requerimiento diario medio o estándar de vitaminas que el organismo necesita ha sido establecido científicamente tras años de investigación, y también es evidencia que una persona que lleva una alimentación completa y equilibrada, difícilmente puede presentar déficits o excesos de vitaminas.

Algunos de los beneficios que te aportan las vitaminas

A  –  RETINOL

Es necesaria para el crecimiento y desarrollo de huesos. Esencial para el desarrollo celular. Ayuda al sistema inmune. Es fundamental para la visión, contribuye a mejorar la visión nocturna

B1  –  TIAMINA

Participa en la transformación de los alimentos en energía y la absorción de glucosa por parte del sistema nervioso.

B2 – RIBOFLAVINA

Su papel es fundamental en el metabolismo de glúcidos, grasas y proteínas. Es esencial para la liberación de energía en la célula.

Ayuda a conservar una buena salud visual. Conserva el buen estado de las células del sistema nervioso. Interviene en la regeneración de los tejidos de nuestro organismo (piel, cabellos, uñas)

Produce glóbulos rojos junto a otras vitaminas del complejo B, y en conjunto con la niacina y piridoxina mantiene al sistema inmune en perfecto estado. Complementa la actividad antioxidante de la vitamina E.

B3  –  NIACINA

Participa en la síntesis y la degradación de glúcidos, ácidos grasos y aminoácidos mediante la formación de dos coenzimas. Mantiene el buen estado del sistema nervioso junto a la piridoxina (vitamina B6) y la riboflavina (vitamina B2). Mejora el sistema circulatorio Estabiliza la glucosa en sangre.

B5 –  ÁCIDO PANTOTÉNICO

Forma parte de la Coenzima A. Interviene en la síntesis de hormonas antiestrés (adrenalina) en las glándulas suprarrenales, a partir del colesterol. Interviene en el metabolismo de proteínas, hidratos de carbono y grasas.

Es necesaria para la formación de anticuerpos. Interviene en la síntesis de hierro. Interviene en la formación de insulina. Ayuda a aliviar los síntomas de la artritis. Reduce la acidez estomacal junto a la biotina y la tiamina.

Ayuda a disminuir los niveles de colesterol en sangre. Mejora los trastornos ocasionados por el estrés. Mejora algunas afecciones de la piel.

B6  –  PIRIDOXINA

Participa en el metabolismo de los aminoácidos, aunque también interviene en la formación de hormonas y en el metabolismo de la glucosa y las grasas.

Mejora la circulación general. Mantiene el sistema nervioso y el sistema inmune en buen estado. Interviene en la formación de hemoglobina en sangre.

Es fundamental su presencia para la formación de Niacina o vitamina B3. Ayuda a absorber la vitamina B12 o cobalamina.

B8  –  BIOTINA

Es un factor de crecimiento presente en todas las células vivas. Participa en el metabolismo incorporando el CO2 a diversas moléculas orgánicas.

Interviene en la formación de hemoglobina. Interviene en procesos celulares a nivel genético. Interviene en el proceso de obtención de energía a partir de la glucosa. Es necesaria su presencia para la correcta metabolización de hidratos de carbono, proteínas y lípidos. Funciona en conjunto con el ácido fólico y el ácido pantoténico. Mantiene las uñas, piel y cabellos sanos. Ayuda a prevenir la neuropatía diabética y estabiliza los niveles de azúcar en sangre (glucemia).

B9  –  ÁCIDO FÓLICO

Participa en el metabolismo del ADN, ARN y proteínas. Necesario para la formación de glóbulos rojos. Reduce el riesgo de aparición de defectos del tubo neural del futuro bebé como lo son la espina bífida y la anencefalia. Disminuye la ocurrencia de enfermedades cardiovasculares. Estimula la formación de ácidos digestivos.

B12-  CIANOCOBALAMINA

Es esencial para la síntesis del ADN y necesaria para la maduración de los glóbulos rojos. Mantiene la vaina de mielina de las células nerviosas. Participa en la síntesis de neurotransmisores. Es necesaria en la transformación de los ácidos grasos en energía. Ayuda a mantener la reserva energética de los músculos. Interviene en el buen funcionamiento del sistema inmune. Es necesaria para el metabolismo del ácido fólico.

C  –  ÁCIDO ASCÓRBICO

Es indispensable en el mantenimiento de los tejidos, actúa como antioxidante en la protección contra los radicales libres, favorece la absorción del hierro y estimula el sistema inmunitario.

Es antibacteriana, por lo que inhibe el crecimiento de ciertas bacterias dañinas para el organismo. Repara y mantiene cartílagos, huesos y dientes. Reduce las complicaciones derivadas de la diabetes tipo II. Disminuye los niveles de tensión arterial y previene la aparición de enfermedades vasculares. Tiene propiedades antihistamínicas. Ayuda a prevenir o mejorar afecciones de la piel como eccemas o soriasis. Es imprescindible en la formación de colágeno. Aumenta la producción de estrógenos durante la menopausia

Mejora el estreñimiento por sus propiedades laxantes.

D  –  CALCIFEROL

Actúa como hormona y, junto con las hormonas paratiroidea y la calcitonina, controla el metabolismo del calcio y el fósforo. Participa en el crecimiento y maduración celular. Fortalece al sistema inmune ayudando a prevenir infecciones.

E  –  TOCOFEROL

Tiene función antioxidante, especialmente  de los ácidos grasos insaturados de los fosfolípidos  de membrana, manteniendo así la permeabilidad de las membranas celulares. También tiene una alta afinidad por los radicales libres, protegiéndonos de su pernicioso efecto.

Cumple un rol importante en cuanto al mantenimiento del sistema inmune saludable. Es esencial en el mantenimiento de la integridad y estabilidad de la membrana axonal (membrana de las neuronas).

Previene la trombosis. Es importante en la formación de fibras elásticas y colágenas del tejido conjuntivo. Promueve la cicatrización de quemaduras.

Protección contra la destrucción de la vitamina A, selenio, ácidos grasos y vitamina C. Protección contra la anemia.

K

Interviene en el proceso de coagulación sanguínea.

Participa en el metabolismo oseo ya que una proteína ósea llamada osteocalcina requiere de la vitamina K para su maduración.

¿Qué te parece todo lo que pueden hacer las vitaminas por ti? Si tienes cualquier pregunta, consulta con tu médic@ el sabrá explicarte con mayor detalle y de forma individualizada cómo afectaría un déficit en tu organismo.

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