¡Somos lo que comemos! Lo hemos oído algunas veces ¿Verdad?
“¡Que tu alimento sea tu medicina!” nos decía Hipócrates y seguro que esta frase la has leído alguna vez.
En realidad deberemos distinguir entre comer, alimentarse y nutrirse, y nuestro objetivo debe ser hacer las tres cosas a la vez de forma adecuada.
Partimos de la base de que la alimentación es un acto voluntario, por lo tanto, podemos decidir cómo, qué y cuándo hacerlo. Así pues, debemos de encontrar la mejor manera de nutrirnos para administrarle a nuestro cuerpo aquello que necesita, alimentándonos ordenadamente y disfrutando de la comida.
Hay muchas evidencias científicas donde se demuestra que la alimentación influye claramente en nuestra salud y en nuestra forma de vida, por lo que es de vital importancia tener una alimentación adecuada a cada individuo. Las pautas generales son eso: generales, pero en nuestro tratamiento queremos ir más allá, individualizando la nutrición a cada paciente en función de sus necesidades.
Sabemos que una buena alimentación, es la mejor medicina preventiva, es decir, el hecho de tener una alimentación sana, nos previene de sufrir enfermedades como: cáncer de colon, diabetes mellitus tipo 2, crisis de gota, aumento del colesterol…, por lo que es necesario conocer qué, cómo y cuándo debemos comer para alimentar a nuestro organismo, sin que le falte ningún nutriente.
Una alimentación saludable es aquella que se basa en una dieta equilibrada, es decir en la que le damos a nuestro cuerpo aquello que necesita y donde la manera de alimentarse contiene alimentos variados, cantidades adecuadas a nuestros requerimientos personales y combinados con un estilo de vida activo. La clave está en comer de todo sin excesos y correctamente distribuido a lo largo del día en función de nuestros requerimientos.
La manera de alimentarse varía según edad, sexo, situación fisiológica, actividad laboral, actividad física y si se padece alguna enfermedad en concreto. Por ello no se precisa la misma pauta alimentaria para una mujer de 30 años que realiza deporte que para un ejecutivo de 50 con un hábito de vida sedentario.
Una alimentación saludable, debe contener todos los grupos de alimentos, sin descartar ninguno, siempre con la máxima variedad posible, con una combinación adecuada y con un control en las cantidades.
El seguimiento de las fases del Método SUICO © te permite ir conociendo diferentes grupos de alimentos para que aprendas a elegir; establece unos ritmos horarios saludables; invita a beber una cantidad adecuada de líquidos, alcanza su equilibrio nutricional a través del proceso de pérdida de peso.
En definitiva, seguir las fases del Método, te conduce a un nuevo estilo de alimentación, a incorporar la actividad física a tu ritmo cotidiano y a vivir en un nuevo estilo de vida saludable, un “Suico Life Style”.